martes, 12 de enero de 2016

Filmografía de David Bowie

Pues hace mucho que no alimento este blog, afortunadamente el trabajo deja poco tiempo, pero en ocasiones, esa espinita de aportar algo me permitió dejar a un lado parte de mis actividades pues me parecía justo hacer un recuento de las películas donde participó David Bowie, recién fallecido hace unos días, y a quién se le valora con justa razón por su trabajo musical, pero considero que no hay que dejar de lado su aportación a la industria del cine, donde como pocos músicos, logró desarrollarse en esta faceta sin por lo mismo ser el ridículo del momento. Este video sin fines de lucro presenta una recopilación, tal vez no al 100% pero si en su mayoría de las cintas donde apareció el enigmático rey camaleón en órden cronológico. Espero sea de su agrado.


viernes, 16 de marzo de 2012

“Avatar” y el Género.

El título de cine de ciencia ficción ha venido derivando en una multitud de cintas y producciones cinematográficas como un adjetivo sin fundamentos y etiquetando sin ton y son, aquellas imágenes e historias que nos muestran aunque sea unos rasgos de tecnología, fantasía o pronóstico futurista.

Avatar” (James Cameron, 2009) es una de esas epopeyas fantásticas que tanto han gustado a los espectadores de las últimas 2 décadas, tal vez por la falta de verdaderas epopeyas en el devenir histórico para las más recientes generaciones. Ante esta falta de héroes y de grandes movimientos revolucionarios, Cameron opta por plantearnos una cinta que reflexiona sobre la importancia del vínculo de los seres vivientes con la naturaleza y la misma deshumanización y alienación del ser humano.

Jake Sully, interpretado por Sam Worthington, es un marine parapléjico que se ofrece para que su conciencia pueda “poseer” a una especie de cuerpo-clon-artificial-receptáculo, de una raza extraterrestre llamada na´vi, con el objetivo de convencer a esta raza de abandonar su hogar en un hermoso ecosistema, para que los humanos puedan hacerse de un material energético codiciado. Sin embargo Sully se enamora de una joven guerrera y de su cultura, lo que lo lleva al conflicto de defenderlos o entregarlos a merced de su propia raza.

Hago pausa a esta reseña pues no puede dejarse de lado la inmediata identificación de los momentos de colonización humana, desde las cruzadas, la conquista de América, el dominio sobre la India. Por lo regular, lo que nos dicta la historia, los encuentros entre razas y pueblos no lleva a la paz. Y en el cine con el tópico de extraterrestres, la invasión ha sido siempre predilecta sobre los alienigenas bonachones. Cameron siempre pretencioso, busca dentro del género de la fantasía aportar un granito de crítica, e identificarnos con lo que no es humano para que veamos nuestra falta de humanidad.

En el cine de ciencia ficción ya tenemos un referente inmediato con “El planeta de los simios” (Franklin J. Shaffner, 1968) dónde se supone en base al principio de la evolución, que los animales cazados se conviertan en los cazadores, otorgándoles ese toque despiadado y egoísta que en su novela Pierre Boulle buscaba al describir el changoide futuro humano. De igual manera Cameron se apropia de la idea de un ser humano egocentrista, pero ahora como un ser “divino” capaz de tener presencia en una nueva tierra, finalmente el término avatar deriva del hinduismo como la encarnación terrenal de un dios, y que generalmente y pictóricamente han sido representados de color azul… ¿coincidencia? No lo creo.

Desde todos estos fundamentos estudiosos, Cameron desarrolla una historia de ciencia ficción propiamente dicha, tal vez no tengan fundamento científico el porqué sus seres brillan con una fosforescencia -envidia de los peces abismales- o porque los árboles crecen con una magnificencia que quisiera cualquier agricultor, pero es en el tópico del conflicto y choque de dos mundos, así como en el desarrollo de su mito fantástico, dónde se hace evidencia el ya recurrente y valorado terreno de la ficción fantástica, en este caso en lo científicamente histórico, ético y social.

El arquetipo de héroe sin embargo, entra en una complicación que poco se reluce en la trama y es la traición a su propia raza, lo cual Hans Chritian Andersen le reprocharía a Disney por la adaptación de su cuento “La Sirenita” (Ron Clements y John Musker, 1989). Cameron pasa de página y evita conflictos dramáticos mayores para proseguir finalmente con el género que por contexto caracteriza a esta épica y que es el bélico. Es realmente intrigante como un director que pretende dar consejos de moralidad, en sus películas las escenas de violencia son siempre representadas con la magnificencia de un himno a la guerra, véase sus obras “Terminator” (1985), “Mentiras Verdaderas” (1994) y “Aliens” (1986) de dónde se autohomenajea empleando un prototipo de robot semejantes a los de ésta cinta y contratando incluso a su querida teniente Ripley (Sigourney Weaver) dentro de su reparto. Tal vez se argumente que la belicosidad de su cine se emplea para autocriticarse, pero ya ha sido un sello de sus producciones y parece más una obsesión que un recurso narrativo.

Como buena cinta familiar, el destino de los protagonistas tiene un destino fortuito, la madre naturaleza es más fuerte que las máquinas, pero la complejidad fantástica de la cinta y la idolatría a las escenas de guerra, dejan a la trama en un tono ligeramente abandonado ante lo que realmente implica la ciencia ficción dura. El suponer marcadamente el rechazo a la cultura humana y la revaloración de los alienígenas en el mismo cine es su aportación: ¿Habrán seres extraterrestres capaces de rechazar a su raza para ayudarnos a los humanos con nuestro carácter y comportamiento? Y de ser así… ¿los humano tendrán la humildad de aceptarlo como un “hermano”? Estas interrogantes que deja la cinta para los amantes del género son las que hacen de Avatar un elemento rescatable entre la hiperrealista plasticidad de Pandora. Y aclaro a rumores a los que refutaría el comentario de que “Avatar” es Pocahontas en el Espacio, siendo que ni en la realidad ni en la ficción, Sir John Smith se unió a los algonkinos para pelear contra la colonización inglesa y Pocahontas no pudo salvar a su pueblo de la extinción. La ficción resulta más benigna que la realidad.

lunes, 8 de marzo de 2010

Hasta el viento tiene miedo

Sin nada que ver en la televisión sabatina por la noche, saqué del polvo la película de culto mexicana de “Hasta el viento tiene miedo” (no el remake), y he de decir que no podía quedarme sin quitarle a esta cinta muchas de las “jutificaciones” que por mexicana y por la época, le permitieron a esta película sobrevivir en la memoria colectiva y la nostalgia por el señor Taboada.

Se ha dicho que “fue” la primer película en dignificar el género del terror, adjudicándole el sub de “gótico” por la presencia del fantasma. Y claro que en el contexto histórico, junto a los robots de caja de cartón y extraterrestres cabezones del Santo, Piporro y una que otra película de Chabelo, era un obra diferente. Pero creo que después de ese culto, y siendo más objetivos, la cinta adolece de muchas de sus partes. Creo que la principal son las actuaciones, sin justificación real, pues hasta Marga López sobreactúa en su papel dónde pasa muy desapercibida su malévola personalidad.

La historia da para más, pero se pierde en sub tramas que no van a ningún lado como la del novio que se mete al colegio o el personaje del jardinero mal caracterizado. El principal conflicto que es el motivo de la presencia del fantasma, se da por entendido ya a la mitad de la cinta, y no resulta en nada sorpresivo que lo que desea es la venganza con la directora. Y un sequito de estudiantes que bien podrían estar o no en la cinta.

Bueno, que la época, que era estilo, moda… y creo que mas bien hace falta revalorar el buen cine mexicano que toma a la muerte y al terror como sustancias de maquiavélicos guiones de sudor terrorífico, y he de mencionar una cinta que pocos aun recuerdan que es “El escapulario”, y para mi, una verdadera obra de terror mexicana, dónde la fotografía de Figueroa, las actuaciones y elementos en la trama, la tornan en un olvidado y reconocido trabajo de terror que debería ocupar el puesto de esta cinta del señor Taboada.

Es más, él no esperaba que la cinta tuviera éxito, se dejó influenciar incluso por ese cine de vedettes como en la escena dónde una de las estudiantes baila quitándose las prendas, ese erotismo oculto en la escena de las regaderas que trata de mostrar un cine más maduro, pero en su diálogos, actitudes y personajes, lo siento infante y berrinchudo.

Se que con esto me ganaré el odio de muchos adoradores de Taboada y de esta cinta, pero creo que incluso nos dejamos influenciar por la crítica internacional que en otro contexto, ve en esta cinta una gran obra de terror. Basta entrar a IMDB, y las criticas son favorables siempre, pero creo que poco objetivas y es el mismo argumento: para ser mexicana es la mejor. Elogiar esta cinta es para mi menospreciar a este nivel nuestro cine por desconocimiento, me resulta terriblemente peyorativo.